TEXTO DE EJEMPLO. FÁBULA DE LA CIGARRA Y LA HORMIGA.
Comenzó el verano y, con él, la cigarra comenzó con su alegre canto.
Canta que te canta, bajo la sombra de una rama, la cigarra disfrutaba sin preocuparse de nada.
La hormiga, que trabajaba muy duro para recoger comida y provisiones para hacer frente al invierno, no entendía que la cigarra estuviera tan relajada y le dio un gran consejo.
– No deberías quedarte todo el verano cantando. Pronto llegará el otoño y el frío se nos echará encima. Es importante almacenar ahora toda la comida que puedas, pues cuando acabe el verano ya no habrá nada que recoger. Te aconsejo que dejes de cantar y comiences a trabajar.
La cigarra no hizo caso a la hormiga y siguió cantando.
Poco a poco, los días se hicieron más fríos y cortos y la cigarra comprendió que ya era tarde para coger alimentos o encontrar cobijo.
Entonces, recordó que la hormiga debía tener comida suficiente y fue a pedirle ayuda.
(Toc, toc, toc)– Buenas tardes, señora hormiga. ¿Sería usted tan amable de compartir conmigo su comida? El invierno es muy frío y no queda ningún alimento que recoger –dijo la cigarra.
La hormiga, bastante enfadada, le dijo – Ya te lo advertí, cigarra. Debiste dejar de cantar y ponerte a trabajar. Yo me esforcé durante el verano para sobrevivir al invierno. Además, mi casa es demasiado pequeña y solo tengo alimentos para mí. – Y, sin dar más explicaciones, cerró la puerta de su casa.
La cigarra se dio cuenta de que la hormiga tenía razón: había sido tan perezosa que ahora no podría encontrar un refugio y alimentos para pasar el frío invierno.
Adaptación de la fábula “La cigarra y la hormiga”.
El Árbol de los Deseos:
En lo profundo del bosque se encontraba un árbol legendario conocido como el Árbol de los Deseos. Según la tradición, aquel que dejara una carta con su deseo atada a una rama vería su sueño cumplido al amanecer. Una niña llamada Elena, cuya familia atravesaba tiempos difíciles, decidió probar suerte. Escribió su deseo de encontrar una solución para los problemas de su familia y lo ató al árbol con una cinta azul. Al día siguiente, cuando se despertó, encontró una respuesta inesperada en forma de una antigua moneda de oro junto a su almohada, con la que pudo ayudar a su familia y recuperar la esperanza.
El Libro de los Secretos:
En el desván polvoriento de una biblioteca abandonada, Pablo encontró un libro muy antiguo sin título en la portada. Al abrirlo, descubrió que estaba lleno de secretos escritos en un idioma extraño. Decidido a descifrar el misterio, pasó horas estudiando cada página y comparando los símbolos con libros de lenguas antiguas. Finalmente, logró traducir el texto y descubrió que el libro guardaba los secretos de una civilización perdida. Su hallazgo lo llevó a una emocionante aventura arqueológica y a la revelación de conocimientos olvidados.
El Guardián de las Estrellas:
En una noche despejada, Mateo observó las estrellas desde el tejado de su casa. De repente, vio una estrella fugaz que parecía caer hacia la Tierra. Intrigado, siguió su trayectoria hasta llegar a un claro en el bosque cercano. Allí encontró a una criatura diminuta con alas resplandecientes, el guardián de las estrellas. Le explicó que las estrellas eran seres mágicos que necesitaban ayuda para regresar al cielo después de cumplir sus deseos. Con la ayuda de Mateo, el guardián pudo guiar a las estrellas de vuelta a su lugar en el firmamento, asegurando que los deseos de las personas se convirtieran en luz brillante en la oscuridad.
El Pintor de Sueños:
En un pequeño pueblo donde la creatividad se había perdido, llegó un día un extraño pintor. Con pinceles mágicos y colores vibrantes, pintaba cuadros que cobraban vida ante los ojos de quienes los contemplaban. Cada obra era un fragmento de sueños y esperanzas, devolviendo la alegría y la inspiración a la comunidad. Con el tiempo, la gente comenzó a soñar de nuevo y a encontrar belleza en cada rincón, gracias al toque mágico del pintor de sueños.
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